Se aplastan las venas
-no sabía-
cuando muere alguien.
Y se quedan planas,
vanas,
como cintas inútiles
de un cassette destripado.
Y no sé adónde
va la sangre,
ni el sonido
de las cintas,
de las venas.
Ni si sirve de algo
pretender rebobinar
con un bolígrafo gastado
atravesando el ombligo.
1 comentarios:
De nada sirve,
hasta echar una competición
entre un DVD y un Cassett
rebobina más la vida
que en mi corazón.
Publicar un comentario